La tomatonostalgia

Acabo de ir a la cocina y hacer lo que siempre hago alrededor de las 12m: "¡Buscar comida!", mas o menos desesperadamente porque luego hay que "conquistar al mundo" ¿no?  Normalmente lo que pasa es un poco decepcionante, algo asi como comer un segundo desayuno.  Hoy encontre unas fantasticas latas de sardinas en aceite de oliva y un tomate sobre la mesa, que se quedo ahi porque nadie lo comio en el desayuno.

El menu almuerzo:

- Craquetas de maiz

- Tomate

- Sardinas enlatadas

(¿por que 'craquetas de maiz' y no 'pan'?  ¿Les conte que soy alergica al gluten?  Cuando escriba de comida todo sera craquetas de maiz o de arroz y pasteles y dulces de harinas sin gluten...)

¿Se acuerdan de la pelicula Ratatouille?  Cuando Ego (el critico de restaurantes) come el primer bocado de la ratatouille que prepara Remy, hay un flashback a su infancia.  Pues eso exacto me ha pasado hoy.

Corte el tomate, le puse sal marina, me lo meti a la boca y zas, la nostalgia madre de todas las nostalgias, pero una nostalgia feliz, casi de carcajada.  Me acorde clarisimo de los tomates que comimos en Villacuri, el ultimo dia de campamento, cuando comiamos las sobras de todo y muchas cosas sancochadas, esperando el bus que nos llevaba de regreso a la civilizacion.

Tomate 1 ya fue, tomate 2 a punto de ser comido :)

Esta es una entrada que tal vez no muchos van a entender, una entrada JAE digamos (que ese es mi colegio).  Y explico un poco.  Villacuri queda en el medio del desierto, y alla nos llevaban, por 7 u 8 dias de campamento, arena por todas partes, calor, insolacion, cargar agua y leña, cocinar, armar carpas, cantar y limpiar una zanja a la que llamabamos piscina (para luego poder disfrutarla sin algas y cosas verdes resbaladizas).

Y eso, fui transportada hace un par de horas a la vida de Villacuri, con su burro Toribio, donde todo era un poco salado porque todo tenia arena encima, y los tomates tenian ese sabor, exactamente el mismo sabor que el tomate abandonado en la mesa de la cocina.

De mas esta decir que no he podido evitar sacar algunas semillas y plantarlas en mis almacigueras cuadradas, lo he hecho inmediatamente, la flojera me ha abandonado, la hora de siembra me ha importado un pepino.  ¡Esos tomates tienen que ser mios!